SINTOMAS de la Enfermedad de Kawasaki


El diagnóstico de la Enfermedad de Kawasaki  requiere de un alto índice de sospecha y conocimiento de las manifestaciones frecuentes y poco frecuentes de la enfermedad.  Algunos niños pueden presentar formas clínicas leves o incompletas, lo que hace aún más difícil el diagnóstico.

El diagnóstico de la Enfermedad de Kawasaki se basa en las siguientes seis características clínicas:

  • Fiebre de al menos 5 días
  • Cambios en las extremidades
  • Exantema polimorfo
  • Inyección conjuntival bilateral sin exudado
  • Cambios en los labios y la cavidad oral, y linfadenopatía cervical

Se reconocen tres fases evolutivas en la Enfermedad de Kawasaki, cada una con cambios anatómicos y clínicos específicos:

Fase Aguda  – Primeros 10 días

Hallazgos clínicos principales

Fiebre: presente en el el 100% de los casos ( se han descrito casos sin fiebre) Su aparición determina el primer día de la enfermedad. De inicio brusco, con una duración media de 6,5 ± 2,5 días antes del diagnóstico y se resuelve de dentro de las 48 hs (90%) luego de iniciado el tratamiento. Sin terapia adecuada, persiste con una media de 11 días.

Afectación ocular: presente en el 90%-95% de los casos. Entre el 2° y el 4° día del comienzo de la enfermedad, puede observarse hiperemia conjuntival sin exudado (conjuntivitis seca), que es más débil alrededor del iris (halo claro circundante). Se puede observar uveítis anterior.

Cambios en las extremidades: edema doloroso del dorso de manos y pies y eritema bilateral palmo-plantar (72,6%).

Exantema. El más común es una erupción maculopapular difusa inespecífica (90%-92%). Ocasionalmente, exantema urticariano, escarlatiniforme, purpúrico, eritrodérmico, símil eritema multiforme. Compromete el tronco, el abdomen y las extremidades, y se acentúa en la región perineal, donde puede ocurrir temprana descamación.

Afectación de labios y cavidad bucal: eritema, sequedad, fisuras, descamación, grietas y sangrado espontáneo (92%). Lengua aframbuesada con papilas prominentes y eritematosas. También se observa eritema difuso en la mucosa orofaríngea.

Linfadenopatía cervical: es el menos común de los hallazgos principales (50%-56,2%). La mayoría de las veces, es unilateral, de consistencia firme, no fluctuante, localizada en la región cervical anterior. El criterio clásico implica un tamaño mayor de 1,5 cm.

Hallazgos clínicos menos frecuentes

  • Compromiso articular: suele ocurrir en la primera semana de la enfermedad y afecta  articulaciones grandes y pequeñas (30%).
  • Sistema genitourinario: uretritis con piuria estéril (hasta 60%).
  • Sistema nervioso: los niños se muestran irritables, con somnolencia, meningitis aséptica (25%) e hipoacusia neurosensorial.
  • Gastrointestinal: diarrea, vómitos y dolor abdominal. Distensión de la vesícula biliar o hidrops (15%), identificada con ecografía abdominal.

 

Otros hallazgos: eritema e induración en el sitio de la BCG, inflamación testicular, infiltrados y nódulos pulmonares, efusiones pleurales y el síndrome de activación macrofágico.

 

Fase sub aguda – del día 11 al 25 

Se caracteriza por la paulatina desaparición de los signos clínicos previos: exantema, fiebre y linfadenopatía y concomitantemente, aparición de trombocitosis ( aumento de plaquetas).

Es habitual la descamación periungueal, dentro de las 2 o 3 semanas del inicio de la fiebre y puede extenderse a las palmas y las plantas. Menos frecuentes son los surcos transversos en las uñas de las manos y los pies (líneas de Beau).

 

Fase de convalecencia – hasta 60 días

Persiste hasta que se normalizan los reactantes de fase aguda y la trombocitosis.

Dra. Ana Schroh

Cardióloga Pediátrico

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Last Updated on 23 agosto, 2020 by Asenkawa