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Testimonio de Sonia

By 18 enero, 2021No Comments
Mi hijo Pol, el que por siempre será mi héroe… tuvo la enfermedad de Kawasaki con dos años y medio. Después de dos semanas muy largas, interminables en las que veíamos que la luz de nuestro pequeño se apagaba poco a poco, con todos los síntomas que puede dar esta enfermedad, porqué Pol no sé dejó ni uno…
Pero todos hacían pensar mil y una patologías y ninguna era la acertada. Y eso  a lo único que nos llevaba era a empeorar y a restar días a la posibilidad de curación.
Fiebre de 41’2°, cuello rojo, lengua de fresa, ojos vidriosos, ensangrentados y legañosos, grietas en los labios, erupción cutánea, puntas de los dedos en manitas y pies peladas
Por suerte, dimos con sus àngeles, el hospital de Sant Joan de Déu i el equipo de urgencias que nos atendió en primer momento, los cuales ya nos hicieron mención de dicha enfermedad. No teníamos ni idea y en segundo lugar el doctor Antón, que ya nos puso en situación explicando a que nos enfrentábamos. Fué muy duro,
Después de esas dos semanas sus arterias coronarias tenían aneurismas y estuvo tomando medicación durante un año, para que no espesara su sangre y así poder evitar el infarto. Hemos hecho revisiones periódicas desde entonces en el hospital, en cardiología con el doctor Prada y su equipo médico… Que decir de todos ellos, ni todos los elogios del mundo, serían para mí suficientes. Hoy mi hijo tiene 15 años y el 16-07-2019 recibió su mejor trofeo… La copa a la vida. Le dieron el alta definitiva. Sus aneurismas son muñones y puede hacer vida normal. Me quedo con una frase del doctor Prada, cuando le pregunté como podíamos actuar con nuestro hijo, después de saber su enfermedad…»mamá, vive y deja vivir a Pol » Y así hemos hecho siempre.
Su pasión el fútbol, le doy gracias a la vida por dejar que pueda vivir y con ello pueda ser feliz haciendo lo que más le apasiona, jugar a futbol. Aún recuerdo como un martillo aporreando mi cabeza la frase » 24h el niño se salva o el niño se muere»
Y después de esa frase y la medicación que creyeron oportuna en el hospital, mi hijo se comía el plato de macarrones más especiales de nuestras vidas. Muchas gracias por saber escuchar. Nunca, antes había compartido su experiencia. Ánimo y mucho cariño a todas las familias que estamos en esta lucha, como en tantas otras.
Sonia, mamá de Pol.

«Gracias Sonia,  por compartir tu testimonio.«

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El testimonio de Sonia, es basado en su experiencia personal. Todas las  historias compartidas en este espacio,  son testimonios personales, que nos envían  para compartir en este espacio que hemos creado para las familias afectadas por la enfermedad de Kawasaki. Esta historia no constituye un consejo médico. Ante cualquier duda sobre asesoramiento médico, consulte con su médico tratante. 

Si quieres compartir tu testimonio, este es tu espacio.

Escríbenos a info@asenkawa.org

Last Updated on 18 enero, 2021 by Asenkawa