Quiero compartir con ustedes cómo mi hijo fue diagnosticado con Kawasaki.
Mi hijo, de 3 años, llegó del jardín un poco inapetente y con bajo estado de ánimo, todos pensamos que se trataba de comienzos de un resfriado; esa noche tuvo un pico febril se 37.5° centigadros, pero en general pensábamos que todo andaba bien.
Al otro día, vimos su cuello un poco rígido. Cuando volteaba a mirar hacia un lado, lo hacía girando prácticamente todo el torso; esto y la fiebre, ahora de 38°, nos hizo llegar con él hasta la sala de urgencias en donde nunca imaginé recibir un diagnóstico tan aterrador.
La pediatra de ese momento nos indicó que nuestro hijo podría estar teniendo una meningitis, para nosotros fue totalmente aterrador. Inmediatamente intentaron hacerle una punción lumbar para descartarla o confirmarla pero no lo lograron.
Aún así, todos los síntomas les mostraban que era una meningitis e iniciaron a aplicarle un fuerte antibiótico. Duramos cuatro días en un hospital especializado pero no veíamos que las cosas cambiaran. Mi hijo seguía con fiebre, con dolor en su cuello y comiendo muy poco.
Le pedimos mucho a Dios que nos permitiera ver qué era lo que realmente tenía y fue así como vimos que su lengua estaba como una fresa, sus labios muy rojos y el cuello un poco inflamado. Fue poner estos síntomas en el buscador y gracias a Dios y a asociaciones como esta, que ponen a disposición valiosa información, que vimos que nuestro hijo podía tener Kawasaki.
Efectivamente!!! Pese a no presentar todos los síntomas ( pues no tuvo sarpullido, ni inflamación en manos ni pies) tuvimos la confirmación de que era una enfermedad de Kawasaki incompleta.
El Instituto Roosevelt, en Bogotá, conoce a la perfección el tema e inmediatamente iniciamos con inmunoglobulina. Así sentimos que por medio de este tratamiento, Dios le devolvía la vida a nuestro hijo.
La fiebre paró desde que empezó la primera dosis, ya llevamos 15 días en casa con nuestro hijo en perfecto estado de salud, le han hecho 2 ecocardiogramas y gracias a Dios, todos han salido perfectos.
Los doctores nos comentaron que Kawasaki se puede confundir con meningitis, por eso fue ese el primer diagnostico.
Seguimos con la dosis de Aspirina pero estamos seguros de que todo saldrá bien.
Nunca pierdan la fe, no duden de su instinto como padres e intenten dialogar mucho con los profesionales médicos cuando ven que un tratamiento no está funcionando.
¡¡Nadie conoce más a sus hijos que ustedes mismos!!
Y ayudemos a que la enfermedad de Kawasaki sea mucho más conocida para que el diagnóstico y tratamiento de muchos niños en el mundo también lleguen a tiempo.
Gracias.
Gracias Francy , por compartir tu testimonio . Si quieres compartir tu testimonio, o deseas transmitir algo, este es tu espacio.
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El testimonio de Francy, es basado en su experiencia personal. Todas las historias compartidas en este espacio, son testimonios personales, que nos envían para compartir en este espacio que hemos creado para las familias afectadas por la enfermedad de Kawasaki. Esta historia no constituye un consejo médico. Ante cualquier duda sobre asesoramiento médico, consulte con su médico tratante.
Last Updated on 4 agosto, 2020 by Asenkawa